Tomar un avión y volar por 6, 10, 14 horas a algún nuevo destino por descubrir. Aterrizar en una ciudad fuera de la República Mexicana. Respirar aromas diferentes al maíz, al smog, al drenaje. Instalarte en el cuarto de hotel que será tu casa por algunos días. Colgarte la mochila en la espalda y salir … Sigue leyendo